Una niña curiosa pero perezosa.

Forma abstracta en color lila sobre fondo negro
Retrato en primer plano de una mujer con cabello castaño claro, con una expresión relajada, sosteniendo su mano con un reloj en la mejilla, en un entorno al aire libre con árboles.
Forma de explosión en color amarillo sobre fondo negro.
Una niña con cabello rizado rubio claro, sonriendo y vestida con un vestido azul y un overol. Fondo interior con teléfono y muro gris.

   Un buen día, decidí escuchar a una persona muy querida por mí, recomendándome una serie coreana que estaba causando furor en cierta plataforma de streaming, a pesar de que alguna vez dije algo como: “eso no es para mí, seguro es medio rara la serie”. Para entonces ya había visto la película Parásitos (título en inglés: Pasasite), que me pareció muy buena, y El Juego del Calamar, que en su momento fue una de las cosas más bizarras que había visto.

     El k-drama que me sumergió en la Ola Hallyu (Ola Coreana, para los muggles) en un viaje sin retorno fue Woo, una abogada extraordinaria (título en inglés: Extraordinary attorney Woo), y ya no pude parar, al punto de que hasta escuchaba los soundtracks de los dramas que iba viendo. En medio de la exploración de este océano me topé con un reel que me llevó al video de Dynamite, de los BTS. Mi mundo empezó a sonar diferente, mucho más feliz de lo que era antes.

     No entendía que me pasaba, pero lo cierto es que quería ver todos los k-dramas que pudiera, y hay tantos que me daba FOMO (Fear Of Missing Out). Lástima que no los descubrí durante la pandemia, porque habría visto muchos y me habrían ayudado a sobrellevar ese momento que estaba siendo difícil para todos. También quería escuchar sólo k-pop, algo que muchos podrían confundir con un género musical pero que en realidad es para mí un universo de color, buena vibra y sanación.

     Mi mamá también se dejó arrastrar por la ola, y eso nos une cada día. Compartimos opiniones de los dramas, noticias de los actores y los Idols y nos enviamos reels a diestra y siniestra a pesar de la distancia que nos separa. Es nuestro lenguaje secreto; siento que hablamos y nos emocionamos como adolescentes.

   Y de repente lo entendí: mi niña interna, de la que había estado desconectada hace mucho tiempo, empezó a respirar y vibrar de nuevo. Me conectó con la esencia de mi ser y con la época en la que más me sentía yo misma y en la que me sentí más feliz. Pueden llamarme loca, pero desde que escucho k-pop y veo k-dramas ya no he tenido ataques de ansiedad o pánico.

     Como ya paso de los 40, y la mayor parte de los artistas que amo son menores que yo, escogí llamar a mi nena miminoona, porque mimi es como me llaman algunas personas de cariño, y noona porque así es como un hombre llama en Corea a una hermana o mejor amiga mayor que él, un apelativo cariñoso que indica cercanía y confianza.

     Este blog será mi diario, donde vaciaré mi mente y corazón haciendo lo que más me gusta: registrar, revivir y dar mi opinión de todo lo que abarca esa ola maravillosa, que en lugar de hundirme me hizo despertar y levantarme… me hizo subir y quedarme arriba… me hizo elevar a mi nena al sitio que se merece.

     Mi nombre es Mirella Corallo, mi sueño es ser escritora y traductora literaria, o al menos poder entrar al mundo editorial. Amo la literatura, las series y las películas. En conclusión, amo las buenas historias. Me considero artista en varias facetas, y me encanta escribir reseñas y hacer rankings de mis todo lo que me gusta, de todo lo que me marca y me inspira.

     Pero a partir de hoy también soy miminoona: una niña curiosa pero perezosa, fan inquebrantable, k-drama freak y ARMY para siempre.